
Misión
La misión de "Los Centros Casa de paz" se centra alrededor de un eje principal que es el de convertir el mayor numero de los hijos de Dios en discipulos auténticos de Jesucristo (Mateo 28 :19). Es decir, en hombres y mujeres plenamente maduros a nivel espiritual y capaces de responder a los grandes desafios que implica el representar a Jesus hoy en dia; es decir hacer, practicar y lograr las mismas obras sobrenaturales y aun mas grandes de las que Jesus realizo. (Juan 14 :12)
Así, trabajamos primero en crear todas las condiciones necesarias para que se dé una verdadera reconciliación y un efectivo acercamiento entre Dios y Su creación, Sus hijos, en la persona de Jesús, Su regalo a la humanidad, el bendito Salvador. Es Él y sólo Él, el Jefe supremo de la iglesia, al que deseamos volver a poner en el centro del mensaje y de las vidas. Deseamos también permitirle al Espíritu Santo, el Director y Administrador del Reino de Dios, tomar Su lugar con el fin que Él pueda desempeñar el papel que le pertenece, es decir, permitirnos acceder hoy a todas las riquezas celestiales, las cuales Jesús, por su muerte y Su resurrección, nos permitio disponer.
Los centros casa de paz tienen por lo tanto la misión de restaurar las bases y los principios del Reino de Dios, y de predicar el regreso a los stándares espiritualles bíblicos de la igleisia del nuevo testamento : obediencia, sumisión, santidad, autoridad y unción espiritual. Trabajamos finalmente en la edificación y en la transformación de vidas, ayudando a los hijos e hijas del Reino de Dios a apropriarse y a revestirse de los valiosos tesoros, de la Unción del Espíritu Santo y a equiparse de todas las virtudes y las armas espirituales de Dios.
A través de nuestras reuniones y de nuestros programas semanales, activamos y motivamos a cada persona a manifestar en su propio territorio, el carácter espiritual de Jesús, es decir a proclamar la verdad, a hacer del bien a los oprimidos, a reprender les espíritus malos y a sanar las enfermedades. En resúmen, amar a su prójimo como Jesús nos amó. (Juan 13 :34), de manera que se devuelva la esperanza a éste mundo angustiado, a la sal todo el sabor y a la luz toda su brillo